Modelos de atención de salud a las personas mayores: ¿hacia dónde vamos?
El primer principio es la integralidad, y quiere decir que la atención debe centrarse en el usuario y no en el prestador del servicio. Debe incluir de manera muy importante la prevención y la coordinación estrecha entre diferentes niveles de atención. Debe también contar con protocolos definidos de manera que se busque una atención uniforme y equitativa en todos los centros donde se atiendan adultos mayores y, además, tomar en cuenta la diversidad étnica, socioeconómica y cultural, no olvidando a los usuarios de las zonas lejanas o rurales.
El segundo principio es la eficiencia. Es importante un acceso rápido y eficiente a la información, además de personal médico y no médico entrenado en la atención de las personas adultas mayores.
El tercer principio se basa en la participación de los adultos mayores en su propio cuidado, a excepción de aquellos que no tengan capacidad de hacerlo.
Debemos cambiar la visión de la salud centrada, y permitir que el acceso a servicios de calidad para las personas adultas mayores llegue a todos. Necesitamos democratizar la atención, necesitamos garantizar equidad.