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Modelos de vivienda a partir de los 60 años: Una elección personal

Desde la considerada mayoría de edad nadie cuestiona la libertad de elección sobre dónde, cómo o quién queremos vivir. Este derecho inalienable no debe dejar de serlo cuando somos más mayores. En ningún momento debemos dejar de decidir sobre cuestiones tan básicas como nuestra vivienda. Puede ser que a partir de cierta edad tengamos que abandonar el hogar de siempre ¿qué hacer? ¿Dónde ir? ¿Qué opciones tenemos de modelos de vivienda a partir de los 60 años?

Nuestro hogar y nuestras condiciones de vida afectan a nuestro estilo de vida y por supuesto a la calidad de la misma, por cuestiones como esta, la vivienda es un tema especialmente sensible dentro del sector senior o la conocida “3ª edad”.

Cumplir años nunca debe ser un motivo para perder el derecho de elegir sobre cómo, dónde y con quién queremos vivir, aunque si bien es cierto, que muchas veces, y por diferentes motivos, podemos vernos en la situación de tener que abandonar nuestro hogar.

Motivos para cambiar de vivienda a partir de cierta edad

Aunque muchas veces no se quiera, las personas mayores a veces se ven en la obligación de tener que cambiar de vivienda. Los motivos pueden ser de diversos tipos:

  • Económicos
  • Físicos
  • Psicológicos
  • Familiares

Lo cierto es que gracias a los avances que la tecnología y la ciencia han provocado en la sanidad y el tratamiento y prevención de enfermedades, así como al aumento de la calidad de vida, las población es cada más longeva, esto implica que haya que buscar soluciones de habitabilidad que mejoren el estilo de vida y estén adaptadas a las necesidades reales del sector senior.

En el caso particular de España respecto al resto de Europa es cierto que en general se detecta un rechazo en toda la población, no solo en el sector de personas mayores, a hacer cambios de viviendas, algo que en gran parte tiene que ver con nuestra tendencia tener una vivienda en propiedad.

En lo que respecta a las personas mayores, la gran mayoría de ellas, un 80% según el Instituto Nacional de Estadística, tiene su vivienda en propiedad y libre de cargas económicas.

El pequeño porcentaje de mayores que se encuentran en régimen de alquiler de la vivienda, aproximadamente un 15%, suele tener un régimen de “vivienda antigua”, pagando una cantidad baja si se comparan con el resto de alquileres de otros grupos de edad.

¿Qué sucede en esta situación? Precisamente estos datos implican que la mayoría de viviendas de los mayores de 60 años son de antigua construcción, por lo tanto, son viviendas poco adaptadas a las necesidades reales de sus habitantes (faltan ascensores, tienen deficiencias en servicios básicos como aislamiento, calefacción, agua caliente…)

Es por eso que es imprescindible presentar medidas y modelos de viviendas que mejoren la calidad de vida de los mayores y reduzcan tanto su soledad como su nivel de dependencia.

¿Qué modelos de vivienda existen?

Vivienda compartida

La vivienda es compartida, bien entre varias personas mayores o bien entre, por ejemplo, una persona mayor y un joven, este último caso es una experiencia que funciona muy bien en el caso de universitarios que comparten gastos y se hacen compañía.

Programas de asistencia domiciliaria

La asistencia es presentada en la vivienda de la persona mayor y normalmente llevada a cabo por voluntarios o cuidadores profesionales.

Este tipo de programas se centra principalmente en mayores con problemas de autonomía personal o con alguna discapacidad o minusvalía y también en aquellos con problemas sociales.

Programas de teleasistencia

Es el conocido por mucho como “botón”. Este servicio se presta a través de un sistema de alarma que conecta mediante línea telefónica con una centralita que funciona las 24 horas. Tan solo con pulsar la alarma se atiende en cualquier momento del día a los mayores con dificultades de movilidad o que vivan solos, ante situaciones de emergencia o de soledad (por necesidad simplemente de hablar con alguien).

Centros de día

A los centros de día se acude, como indica su nombre, durante el día y a la noche la persona duerme en su vivienda. Son una opción para ofrecer ayuda y atención a las personas con dependencia.

Residencias

Son una de las opciones más conocidas. La residencia es un sistema de alojamiento y convivencia perfecto sobre todo para aquellas personas que tienen algún tipo de dificultad o limitación física o psíquica y no pueden permanecer en su domicilio habitual, que no pueden valerse por sí mismas y que necesitan ayuda de otras personas.

Aunque es importante saber que también hay mayores que encontrándose bien prefieren vivir en estos centros.

Cohousing

Es muy similar a una vivienda compartida con la particularidad de que este tipo de vivienda es colaborativa y autogestionada por comunidades de adultos mayores que deciden unirse para compartir y disfrutar de espacios comunes manteniendo la independencia en sus propias casas.