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Residencias, viviendas y ciudades donde envejecer con salud

Sabemos que nos gusta disfrutar de nuestro tiempo con plena libertad, tomar nuestras propias decisiones y deseamos gozar de una vida plena con nuestras familias y parejas. Lo que vivimos actualmente pone de manifiesto la necesidad de transformar el modelo de residencial bajo un nuevo enfoque que ofrezca diferentes alternativas a las personas mayores para que tengan la posibilidad de seguir desarrollando sus habilidades, profesiones, capacidades y talentos en beneficio propio.

Alternativas a las residencias

Se está haciendo evidente la necesidad de transformar el modelo residencial para ofrecer diferentes alternativas al grupo heterogéneo que conforman las personas mayores. Abordar esta cuestión desde el punto de vista del urbanismo es crucial para definir una hoja de ruta coordinada entre los diferentes agentes y establecer una estrategia urbana inclusiva y sostenible.

En primer lugar, es necesario mencionar que una gran mayoría de personas mayores desean permanecer en su vivienda o en su barrio. Este dato es clave para poder establecer un marco propositivo para el modelo residencial.

En otros países existen numerosas alternativas más allá del cohousing: viviendas con servicios o programas intergeneracionales, son algunas de ellas. Estas fórmulas permiten que las personas mayores permanezcan en su barrio de toda la vida, manteniendo sus relaciones sociales de proximidad: el vecindario y la familia.

En segundo lugar, hay que tener en cuenta la necesidad de establecer unas recomendaciones a nivel de planificación urbana que regulen la localización, accesibilidad y diseño de las residencias y equipamientos públicos para mayores como los centros de día. Su diseño ha de ser evaluado desde un punto de vista multidisciplinar.

Con la situación de crisis de la Covid-19 se ha puesto en evidencia la necesidad de repensar en estos equipamientos, el modelo de atención en general, y de exigir unas medidas de control en la gestión. Es una oportunidad para pensar en espacios saludables y conectados con la comunidad.

Existen modelos residenciales muy interesantes en el extranjero (Reino Unido, Bélgica, Suecia, Holanda…) que tendrán que ser adaptados al clima, contexto, cultura, estilos de vida y formas de habitar mediterráneas.

Un diseño para garantizar la salud

Es preciso que las residencias de mayores y centros de día sean accesibles a pie o en transporte público y que estén perfectamente conectadas con el tejido del barrio, constituyendo lugares de encuentro intergeneracionales activos.

Un buen diseño, un programa mixto y la relación de los espacios interior-exterior tanto de las viviendas como de las residencias resultan de gran importancia para la salud. Deben garantizar la privacidad de las personas, pero permitir que puedan asomarse y participar de lo que pasa en la calle o tener vistas a parques y espacios verdes.

Si el modelo residencial va a cambiar, será necesario igualmente revisar los barrios desde el punto de vista de la salud. Muchos de los barrios de las ciudades actuales carecen de un correcto planeamiento gerontológico. Algunas cuestiones cruciales son:

  1. La accesibilidad y proximidad de los espacios verdes.
  2. La protección de la radiación de las zonas estanciales durante los meses de verano.
  3. El acceso a comercios y mercados de proximidad con productos frescos y saludables.
  4. Los cruces de peatones seguros y accesibles para todas las personas.
  5. La existencia de plazas y jardines que permitan sentarse y encontrarse con otras personas.

Si alguien nos preguntara donde nos gustaría vivir toda nuestra vida, seguro que la respuesta unánime sería en “NUESTRA CASA”. Pero la realidad es que llega un momento en que las condiciones cambian y nosotros debemos cambiar con ellas. En 60 y mucho+ proponemos Nuevas Formas de Vivir alternativas atractivas para vivir.

De igual forma, existen evidencias sobre la necesidad de incorporar parámetros de salud en el diseño de los espacios. El objetivo es asegurar una buena calidad del aire, el confort térmico, unos niveles de iluminación adecuados y adaptados al ciclo circadiano, incorporar naturaleza como elemento terapéutico y facilitar la accesibilidad para personas con problemas cognitivos.

Si estás interesado en cualquiera de estas nuevas formas de vivienda, y deseas recibir más información, visita nuestra web donde podrás envíanos tus datos, y nos pondremos en contacto contigo.