Valentín Fuster y Marta Cortés Canteli frenan la progresión del Alzheimer
Y a, Marta Cortés Canteli, licenciada en bioquímica y biología y doctora en bioquímica por la Universidad Autónoma de Madrid. Se especializó en la patología vascular del Alzheimerdurante un postdoctorado en la Universidad Rockefeller (Nueva York, EE.UU.). En 2015 se incorporó al grupo de Valentín Fuster en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) con una beca Marie Curie de la Unión Europea, y actualmente es investigadora Miguel Servet en el centro.
Fuster y Marta Cortés Canteli han recuperado esa hipótesis y han demostrado que un fármaco anticoagulante, que mejora la circulación sanguínea en el cerebro, frena la progresión del Alzheimeren ratones, lo que constituye una nueva estrategia para tratar la enfermedad.
¿Qué relación hay entre la circulación sanguínea y el alzheimer?
V.F. Hace unos diez años, se empezó a ver que los factores de riesgo que causan enfermedades en las grandes arterias, como el colesterol elevado, la hipertensión y la diabetes, también hacen que los pequeños vasos del cerebro se cierren. Eso produce lo que se conoce como demencia vascular, y en los últimos años me he estado preguntando si el Alzheimertambién podía estar relacionado con la falta de riego sanguíneo. Luego llegó Marta y propuso otro componente vascular. Tal vez los dos sean importantes.
M.C.C. Habíamos visto que a un número importante de pacientes de Alzheimerno les llega suficiente riego sanguíneo al cerebro, en parte porque tienen la coagulación alterada. En su cerebro se forman coágulos de forma anormal y no se degradan correctamente, con lo que obstruyen la circulación.
¿Por eso decidieron probar un anticoagulante?
V.F. El dabigatrán se utiliza para la prevención de accidentes vasculares en pacientes que tienen fibrilación auricular, una alteración del ritmo cardíaco. Bloquea la trombina, que activa los dos componentes del coágulo: las plaquetas y una proteína llamada fibrina.
M.C.C. Por otra parte, se ha seguido a pacientes que han tomado dabigatrán y otros anticoagulantes durante mucho tiempo y se ha visto que tienen un menor riesgo de sufrir demencia.
¿Cómo lo estudiaron?
M.C.C. En ratones transgénicos con dos mutaciones identificadas en pacientes con Alzheimerfamiliar, que les hacen desarrollar la enfermedad muy rápido. Les administramos el dabigatrán en la comida, desde las ocho semanas de edad.
¿A qué fase de la enfermedad en personas equivaldría ese momento?
M.C.C. A la etapa preclínica, cuando aún se presenta muy poca enfermedad. Creemos que habría que identificar a los pacientes que necesitasen el tratamiento, empezarlo cuanto antes, y tendría que ser crónico, durante toda la vida.
¿Qué efecto tuvo el dabigatrán?
M.C.C. Uno de los más sorprendentes fue la mejora de la memoria. Los ratones con Alzheimerpresentan un problema cognitivo muy evidente: no son capaces de aprender y recordar cómo completar una prueba de memoria llamada laberinto de Barnes, que consiste en encontrar un agujero a través de pistas visuales. Al tratarlos con el anticoagulante, sí eran capaces de aprender a encontrarlo, como los ratones sanos. Además, vimos que a los ratones tratados les llegaba la sangre al cerebro perfectamente, igual que a los sanos, y que disminuían la neuroinflamación y los depósitos de proteína beta amiloide en el cerebro, una de las principales características de la enfermedad.
¿Qué implican esos resultados?
M.C.C. Tenemos un 30% de disminución de las características patológicas en el cerebro. Aunque pueda parecer que no es mucho, al final si puedes retrasar el inicio de la enfermedad de una persona de los 70 a los 73 años, por ejemplo, le das tres años de calidad de vida, que a esa edad es muy importante. Ya que sobre todo afecta a personas mayores, se calcula que con sólo retrasar el Alzheimeren un año se podrían evitar hasta nueve millones de casos en el mundo en 2050.
¿Cómo puede un anticoagulante provocar ese efecto sobre el alzheimer?
V.F. La falta de sangre provocada por la obstrucción de los pequeños vasos sanguíneos puede permitir que se deposite más proteína beta amiloide, clave en la enfermedad, porque no se elimina correctamente. Si evitas los coágulos y favoreces una buena circulación sanguínea, no se deposita tanto.
¿Planean ensayarlo en pacientes?
V.F. Estamos preparados para comenzar estudios clínicos en personas, pero primero hay que determinar con qué tipo de pacientes habría que empezar y conseguir la financiación.
M.C.C. La enfermedad de Alzheimeres multifactorial. Hay muchos mecanismos implicados, que no están afectados de la misma forma en todos los pacientes. Lo primero que tendremos que hacer es preseleccionar los pacientes que se pueden beneficiar de este tratamiento. Estamos trabajando en una herramienta para poder identificarlos.
Una sociedad que minimiza la muerte de los mayores, es una sociedad enferma y sin valores. ¿Acaso somos tan ciegos que no vemos que la sociedad de la que disfrutamos hoy ha sido creada por esos a los que hoy estamos dejado morir?
Cuando aún esta pandemia no había alcanzado las cifras de hoy, algunos medios de comunicación y portavoces del gobierno, han utilizado como mensaje tranquilizador,– en algunos casos de forma subliminal- con la intención de tranquilizar a la sociedad de este pánico colectivo, la frase: “no os preocupéis, este virus afecta casi exclusivamente a los ancianos”.
¿Quién dice que todas las vidas humanas tienen el mismo valor?
No señores, no, es verdad. Como podrán ver en este vídeo, ya se ha decidido quién tiene derecho a vivir y quién no.
Muchas residencias se han convertido en centros de exterminio de los ancianos, lugares donde se les está abandonados a su suerte.